De los diferente nidos que he localizado he elegido dos: uno en un palo de teléfono con un número muy próximo (como si fuera el número de su "casa"), y otro sobre un castaño, que por su compleja corteza y por los efectos de luz que tenía, resultaba muy difícil obtener imágenes pero resultaban muy singulares. En ambos casos no distaban un metro de la vía rodada.
Espero volver el año próximo a por ellos, pero confío en poder ampliar mi colección de imágenes en vuelo trabajando con barreras infrarrojas.
Buenas imágenes!!
ResponderEliminarGracias Carlos. También estaba en buena compañía...:)
EliminarPreciosas
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