jueves, 28 de marzo de 2019

Búho chico


Si las aves requieren cautelas para no molestarlas, las nocturnas necesitan más aún, especialmente cuando se fotografían de día. Y no sólo porque les pueda molestar el flash (si se usa), para mí es más importante no revelar su posición a los depredadores durante las horas diurnas, cuando son especialmente vulnerables. Entre esos depredadores están los humanos.

Estos búhos fueron fotografiados en un parque urbano. Según empecé a montar el equipo, a unos diez metros del animal, un coro de personas me rodearon preguntándome si iba a fotografiar al búho. Todo el mundo, desde los ancianos a los niños, no sólo conocían a estos animales sino que sabían donde se refugiaban. Fue satisfactorio saber que no los molestaban y que además los admiraban por el papel que jugaban en el control de roedores, muy lejos de las viejas y equívocas leyendas que les atribuyen propiedades maléficas.

Todas las fotos se hicieron con 900 mm de longitud focal (600 x 1,5)  para evitar los acercamientos que perturbara su tranquilidad y para mejorar el ángulo de visión de forma que el ángulo no fuera tan contrapicado. Como siempre, cliqueando en las fotos podrás verlas a mayor tamaño.