domingo, 18 de diciembre de 2016

Cosas diferentes

Decía Einstein "Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Internet está llena de imágenes técnicamente perfectas y muchas maravillosamente aburridas. Obtener una imagenes correctamente expuestas con un objetivo normal ya no tiene mayor mérito, entre otras cosas porque si te sale mal lo ves inmediatamente (gracias a la técnica digital) y la repites con la corrección.

Con ganas de obtener resultados distintos (no siempre mejores), el día que hice las fotos de esta entrada me dediqué a hacer cosas que habitualemente no hago. Para empezar no entré con la noche en el hide, sino que esperé que amaneciera para hacer algunas fotos que caracterizaran el hábitat de Juncalillo del Sur. Incluso en una, donde se ve el sol en el horizonte, hice una doble exposición para poder aplicar una técnica denominada HDR (alto rango dinámico), dado que deseaba que la foto reflejara lo que mis ojos veía: que se viera bien la vegetación en primer término y el cielo con el sol en el fondo.

Después me acerqué a un encharcamiento artificial y pude observar que había cuatro correlimos comunes y dos agujas colipintas. Hacía años que no fotografiaba agujas, así que cambié el gran angular por mi Sigma 150-600 Sport, lo monté en mi Nikon D500 y me fui acercando lentamente. Los animales aguantaron muy bien y me permitieron hacerles una buena serie, hasta que un señor se aproximó y provocó que levantaran el vuelo. Como al verlo acercarse prevía la situación, había cambiado los parámetros de la cámara y pude captar algunas escenas de vuelo.

Al cabo de un par de horas intenté hacer algunas fotos con gran angular y camachuelos, para "meterlos" en el hábitat, pero a pesar de que el equipo estaba perfectamente camuflado y disparaba a distancia con un mando por radio, no hubo suerte. Los animales se mostraban recelosos, así que acabé desmontando el tinglado y fotografiándolos con el zoom aprovechando el fondo verde que la lluvia nos había propiciado, algo poco frecuente en un ambiente tan xérico como Juncalillo del Sur.

Así acabó la sesión, con un puñado de fotos satisfactorias y distintas. Y el reto de volver a por los camachuelos "metidos" en su hábitat.

Sale el sol en el Sitio de Interés Científico de Juncalillo del Sur. Tres fotos procesadas en HDR.

La única vegetación arbórea del Sitio.

Silueta contra el amanecer.

El junco, de donde viene el topónimo.

Una bella estampa, donde se mezcla el saladar, los juncos, las palmeras y algún eucalipto rojo.

Aguja colipinta con los primeros rayos del sol.

La aguja colipinta busca alimento.

La aguja colipinta caminando por la zona de limos.

Aguja colipinta al vuelo con las "alas arriba"

Aguja colipinta con las "alas abajo" y mostrando su característica cola.

Camachuelo trompetero con fondo verde.

lunes, 12 de diciembre de 2016

La recuperación del cedro en Gran Canaria

Cuando salimos a la Naturaleza, muchas personas piensan que las cosas siempre han estado así y, en muchas ocasiones, siempre estarán de esa manera; nada más lejos de la realidad, al menos en islas como Gran Canaria terriblemente presionadas por los usos humanos.

Un ejemplo es el paisaje vegetal de La Cumbre de Gran Canaria, que merced a numerosas repoblaciones, medio siglo después empieza a tomar el aspecto que tenía hace muchos siglos. Un proceso semejante se está iniciando con la recuperación de los bosques endémicos de Juniperus sp, más concretamente de los cedros canarios.

El cedro tiene una madera muy apreciada para la construcción de muebles y durante siglos fue perseguido hasta su casi extinción en Gran Canaria, de manera que sólo unos pocos ejemplares quedaron refugiados en paredones verticales donde no llegaban los humanos y donde ni siquiera las cabras llegaban a comerse sus retoños y brinzales.

El pasado mes tuve la oportunidad de acompañar a unos compañeros que están llevando a cabo el denominado Life Guguy, que no pretende otra cosa que la citada recuperación, precisamente donde quedan los poquitos ejemplares, trabajando en unas condiciones cuando menos peligrosas y, desde luego muy incómodas. Como muestra, a continuación les pongo algunas imágenes.Para información más detallada del proyecto pueden hacer click aquí


La orografía del terreno obliga a usar con frecuencia el helicóptero. Debajo el campamento de trabajo.
Una de las laderas de montaña donde se trabaja.

Dos ejemplares espontáneos "colgados" de los riscos a donde no acceden las cabras.
Transporte del material para goros hasta el lugar de uso.
 

Aspecto de una ladera recién repoblada.

Captadores de nieblas y depósito para el riego de las plantas. Al fondo un vallado de exclusión para el seguimiento científico de la vegetación.
Otro aspecto de la repoblación.


Parte del equipo humano durante una de las repoblaciones.

Detalle del captador de niebla.
Vista de una de las laderas de repoblación. En la parte superior puede apreciarse dos captadores de niebla.
Planta de cedro dentro de un goro protector.
Vista desde Artenara de la Montaña del Cedro.