domingo, 21 de octubre de 2018

Mariposa monarca

Posiblemente la mariposa más espectacular que surca los cielos isleños sea la mariposa monarca (Danaus plexippus). Originaria de Norteamérica es capaz de volar miles de kilómetros haciendo migraciones desde México a Canadá y Estados Unidos. Aprovechando esta cualidad es como se sospecha que llegó a Canarias. De hecho existen citas de ejemplares que se han posado en barcos en medio del océano, a miles de kilómetros de tierra firme.

La hembra pone unos huevos amarillos de apenas un milímetro en unas pocas plantas nutricias entre las que destaca la banderita o Asclepias curassavica. De aquí emerge una oruga que se alimenta compulsivamente hasta alcanzar un tamaño de cuatro o cinco centímetros. Entonces elige un lugar retirado y se fija a un sustrato mediante hilos de seda de forma que su cabeza queda colgando. 

A las pocas horas la crisálida ha tomado forma y la magia de la fisiología opera durante varios días transformando sus órganos internos, hasta que emerge un adulto primoroso. 

Es notable como esta especie adopta un llamativo color para avisar a sus depredadores del mal sabor que poseen. Si algún pájaro es tan atrevido de intentarlo, se lo pensará la próxima vez que vea este inconfundible diseño.

En la segunda y tercera de las imágenes se muestran dos ejemplos de macrofotografía extrema (huevo y larva neonata o recién nacida) de la que hablamos en nuestra anterior.


Detalle ventral del ala posterior

Huevo (1 mm)

Oruga recién nacida y huevo vacío

Macho adulto

Adulto libando un tajinaste

Adulto soleándose
Oruga comiendo

Cabeza de oruga

Oruga preparándose para crisalidar
Transformación en crisálida
Oruga casi transformada en crisálida

Crisálida


Adulto recién emergido de la crisálida 

Primer plano de la cabeza



domingo, 14 de octubre de 2018

Macro extremo

En la anterior entrada a este blog expusimos brevemente en qué consistía la técnica de la macrofotografía (coloquialmente conocida como macro) y pusimos algunos ejemplos. Hoy nos vamos a centrar en el denominado macro extremo. Consiste esta técnica en la reproducción de objetos u organismos muy pequeños, de tal manera que la escala de reproducción (relación entre el tamaño del sujeto y su tamaño en el sensor de la cámara) va de 1X a 10X. Esto es, desde el mismo tamaño a diez veces mayor que el tamaño real. A partir de la escala 10X estaríamos hablando de microfotografía y los materiales y las técnicas cambian radicalmente.

Para conseguir estos aumentos es preciso separar el objetivo del plano de enfoque. Para este fin se utilizan diversos artilugios como anillos y fuelles de extensión. También existen algunos objetivos especialmente diseñados para este fin. El segundo obstáculo que es necesario vencer es la escasa profundidad de campo. Igual que cuando nos acercamos a un sujeto el objetivo se alarga, separándose del plano del sensor,  la profundidad de campo disminuye, aquí ocurre lo mismo. La solución aparente es cerrar el diafragma pero con eso aumentaremos los fenómenos de difracción, arruinando la imagen. La solución a este inconveniente es utilizar un diafragma a mitad de su recorrido y utilizar la técnica del apilado.

Para usar la técnica del apilado se monta todo el equipo sobre un carril micrométrico que nos permite tomar una foto y mover el conjunto unas pocas micras y volver a tomar otra y así sucesivamente. Dependiendo de la magnitud del aumento se pueden tomar hasta más de 100 fotos, que semejaran rodajas enfocadas. Después se montan todas con un programa adecuado y voilà, tendremos la imagen montada. Para aquellos que estén interesados en profundizar en esta técnica hay numerosos artículos en la red.

Para ilustrar las ideas, a continuación les pongo una imagen de la cabeza del escarabajo longicornio Agapanthia cardui que abarca apenas tres milímetros, de un araña saltícid y diversas vistas del equipo de macro extremo con el que obtuve las imágenes.