domingo, 19 de abril de 2015

Otra tarde en La Charca

Es bien conocido la paciencia que tienen que poseer los fotógrafos de fauna, pero es menos popular el concepto de constancia. Constancia para volver una vez y otra a un lugar con posibilidades. De una parte porque las escenas que se presentan serán más variadas cuanto más tiempo se pase en el escenario, de otra porque la composición de especies suele variar, pero sobretodo, porque la luz va a variar dando unas oportunidades muy relevantes de obtener diferentes iluminaciones. De la conjunción de escenas, especies, fondos, encuadres y luces vamos a tener resultados diferentes. Además, la experiencia aquilatada del lugar nos evitará cometer los mismos fallos y situarnos en los puntos más favorables.
Una de esas situaciones se da en el Paseo de La Charca de Maspalomas, donde la aves acaban acostumbrándose al tránsito de los peatones y se acercan a distancias increíbles, por otra parte la luz de la tarde es simplemente espectacular en calidad. La colindancia con un suelo urbano facilita la logística para acceder, de manera que es punto muy recomendable para la fotografía de aves. Un inconveniente es que el fotógrafo está dos metros por encima del animal. Esto se puede aminorar utilizando focales largas, de manera que al aumentar la distancia al animal se disminuye el ángulo del picado.
Abajo les presento algunas imágenes complementarias a las obtenidas en mi anterior sesión en La Charca, de manera que puede apreciarse diferentes poses de los animales, fondos e, incluso, la ausencia de viento ese día como mejora los reflejos.