Los fotógrafos pensamos que la luz es buena parte de la foto; sin embargo, solemos despreciar la luz nocturna. Es por aprovechar este recurso y porque la vida sigue fluyendo por la noche, por lo que en las últimas semanas he dedicado muchas horas a esta técnica.
Con esta entrada comparto mis pinitos en esta disciplina. Se han centrado en el Monumento Natural de Arinaga y la Zona de Especial Conservación de Punta de la Sal, colindante a la primera. En ambos lugares dominanban los fuertes vientes mezclados con un spray marino que no es el mejor de los elementos para el material óptico. Aún así creo que han salido cosas curiosas y para mí, que estoy empezando en esto, muy reconfortantes.
En las imágenes se puede apreciar el actual faro de Arinaga (el antiguo no está operativo), un horno de cal y diversos paisajes marinos.
Impresionantes,
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