Esto, a su vez, provocaba la agregación de hasta dieciséis fotógrafos en un fin de semana, según uno de los asiduos. Yo estuve cuatro veces: en dos llovió y por lo tanto los pájaros no acudieron, en otra me encontré el bebedero seco, y por los tantos las aves se habían trasladado a otro lugar (no apareció ni una) y en una de las sesiones me serví a placer.
Espero retomar la tarea en otro momento. El lugar, especialmente cuando las aves tenga un plumaje más lucido, aunque como ya dije en un entrada anterior a este blog, es conveniente documentar todas las fases de la biología de las especies. También las menos lucidas. Todas las fotos que presento a continuación son de linaceros o pardillos, excepto las dos primeras, de plumaje amarillo, que obviamente son canarios silvestres. Termino la muestra con un paisaje que no me puedo sustraer de presentarles. Tontorrón que se pone uno con estos espectáculos naturales que te brindan las muchas horas en el campo...
Como siempre, haciendo doble click sobre las imágenes podrás verlas más grandes.
Muy buen trabajo, y también una suerte poder contar con personas, como es el caso del pastor, que ha puesto un bebedero a estos pájaros, evitando que se ahoguen en las tinas a modo de bebederos que hay para las ovejas y así, de paso, hacer las delicias de los aficionados a la fotografía y los no tanto!! felicidades Miguel!!
ResponderEliminarGracias Carlos. Por el comentario y por mostrarme el lugar. Habrá que repetir cuando los pájaros estén con mejor plumaje y el fonde sea verde. A ver si el pasto mantiene el bebedero...
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