Esta especie es muy recelosa y para fotografiarla es necesario apostarse en alguna de las escasos puntos de agua de Fuerteventura, no sólo con un hide (escondite), sino además este tiene que estar bien integrado con su entorno, cosa no siempre fácil en estos hábitats tan abiertos y de escasa vegetación.
En diferentes viajes a Fuerteventura nunca había podido hacer fotos de esta especie más allá de algún vuelo fortuito, así que mi máxima prioridad en éste era esta especie. Y la cosa funcionó, aunque no sin una preparación minuciosa y una valiosa información de los puntos de agua.
Todas las fotos (como siempre), se obtuvieron con las correspondientes autorizaciones del Gobierno de Canarias (dado el estado de amenaza de la especie) y del Cabildo de Fuerteventura, habida cuenta que se fotografiaba en espacios naturales protegidos de la Isla.
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