Por otra parte hay dos Marrakech. El tradicional que desarrolla su vida en la Medina, con sus callejones estrechos y repleto de vericuetos y el moderno, básicamente desarrollado a partir de la presencia francesa en el país, con de calles y avenidas ortogonalmente dispuestas, repletas de tráfico y tiendas modernas.
La selección de fotos que comparto con ustedes es una mezcla de estos dos mundos, pero sobretodo, pretende reflejar ese aroma a una cultura antigua y sabia. Una cultura que durante ocho siglos marcó su presencia en Hispania y fue fuente de conocimientos y arte.
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