lunes, 4 de mayo de 2020

Confinamiento

Para todos está siendo my duro el confinamiento. Especialmente para los que dependen de un salario asociado irremediablemente a una actividad suspendida por aquel. Pero la Naturaleza ha tenido un respiro. Apenas han sido unas pocas semanas, pero se empieza a ver cómo la fauna se confía más en las calles o los paisajes mejoran, como es el caso que les presento, de las Dunas de Maspalomas.

La Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas (Gran Canaria),  ha soportado durante más de 50 años una enorme presión humana. Todos los meses del año. Es esperanzador que en apenas siete semanas podamos ver como el paisaje se recupera y que las ondulaciones de la arena trace hermosos dibujos y que los residuos apenas se manifiesten y que la dinámica dunar no tenga interferencias. Yo lo tomo como un regalo que me hace la Naturaleza. Un regalo de despedida de mi vida laboral que nunca pensé que recibiría. Es una puerta a la esperanza para apostar porque los sueños se pueden hacer realidad si trabajamos por conseguirlos. Aunque sea a costa, lamentablemente, del confinamiento.

Como siempre, para ver la imagen en grande, haz click sobre ella.









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