Como seguramente ya saben, durante los meses de octubre y parte de noviembre los juveniles de pardela cenicienta salen de sus huras, donde han nacido, y emprenden sus primeros vuelos. Es fácil que la luz artificial las deslumbre y acaben cayendo al suelo. Su falta de habilidad y potencia para el vuelo le impiden levantar el vuelo y son presa de gatos, perros, vehículos, ratas o, simplemente, de desalmados. Para evitar esto, todos los años se monta una campaña para la recogida de estos animales y devolverlos al medio natural. Muchas personas (profesionales o voluntarias), ponen su tiempo, su entusiasmo y hasta parte de su dinero, en forma de gasolina, bocadillos, etc. Desde esta modesta página los animo a que continúen en esa línea.
En consecuencia con lo dicho, ya habrán advertido que las fotos están hechas durante la liberación de los animales y si bien eran libres de salir volando cuando quisieran, su mansedumbre facilitaban las cosas.
Como siempre, para mejor apreciar las imágenes les recomiendo que hagan doble click sobre ellas para que las vean en tamaño grande.
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