jueves, 20 de septiembre de 2012

Un año de flamenco en Gran Canaria

Son bien conocidas las bondades climáticas de Canarias. Cincuenta años de explotación turística durante todos los meses del año lo avalan. De hecho, algunas especies de aves propias de países cálidos se han ido asentando en el Archipiélago. Por ejemplo, númerosos psitácidos, tejedores, tórtolas (incluida la senegalesa), etc.
Lo que nos ha sorprendido es que desde septiembre del 2011 se ha instalado un ejemplar de flamenco común en Gran Canaria. Esta especie, de presencia accidental en el arcipiélago, llegó como juvenil a las salinas de Abajo, en el Sitio de Interés Científico de Juncalillo del Sur y tras varias semanas recaló en La Charca, dentro de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas. Aquí ha sido observada semanalmente, durante varios meses, hasta alcanzar su plumaje adulto.
Su presencia continuada durante un año en esto lares es más notable cuando estamos ante una especie migradora. Solo el tiempo nos dirá la viabilidad de este inicio de poblamiento.
A continuación agrupamos las fotos en dos paquetes. Uno primero del juvenil, obtenidas durante los meses de septiembre y octubre del 2011 en las salinas de Juncalillo del Sur y un segundo paquete del adulto, obtenidas en La Charca de Maspalomas, en septiembre del 2012.

Juvenil de flamenco en Juncalillo del Sur
(Obsérvese las plumas marrones y las patas negras)

martes, 11 de septiembre de 2012

Vuelos en Cañada de los Pájaros


Preparar durante un año un viaje fotográfico y encontrarte con que no hay aves produce una sensación poco agradable. Es una especie de fracaso injusto porque tú no has sido la causa y además no puedes hacer nada por evitarlo.  En nuestro caso, la causa fue la escasez de lluvias. Es así que nos planteamos dónde podría haber agua y, consiguientemente, ciertas agregaciones de aves. La respuesta surgió de nuestros "planes B", que siempre es conveniente llevar por aquello de los imprevistos. Se trataba de la Cañada de los Pájaros.
La Cañada de los Pájaros es una iniciativa de un par de biólogos que en su día decidieron restaurar una antigua gravera y crear un refugio de fauna silvestre en la provincia de Sevilla. Al devenir del tiempo se ha convertido en unos de los puntos que mejor han sabido recuperar especies tan escasas como la focha moruna o la cerceta pandilla. Actualmente tienen la consideración de reserva natural concertada (la primera de España).